POR QUÉ COMER GERMINADOS
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Por qué comer germinados:
Son un alimento vivo, es decir, su valor nutricional sigue aumentando hasta el momento de su consumo.
- Proporcionan gran cantidad de vitaminas, minerales, proteínas y enzimas.
- Mejoran el sistema inmunológico, estimulan los procesos digestivos, regeneran la flora intestinal y retrasan el envejecimiento.
- Aportan muy pocas calorías, por lo que resultan ideales para controlar el peso.
- Son un alimento pre-digerido y por tanto muy recomendable para personas con estómago delicado, niños y ancianos.
Además de saludables, son muy sabrosos y se pueden añadir a todo tipo de platos (ensaladas, bocadillos, tapas, quesos veganos, cremas frías, licuados, carpaccios, vegeburguers…).
Los brotes son los alimentos que se derivan de la germinación de las semillas.
Las semillas contienen un embrión, se trata de una pequeña planta en estado embrionario, rodeada de albumen, que es la reserva de alimento que contiene la semilla.
En su estado natural, cuando las condiciones son favorables (humedad suficiente, calor y oxigeno), el embrión se desarrolla formando una nueva planta.
La germinación ocurre cuando las enzimas de crecimiento son activadas, hasta este momento permanecen inactivas. La activación de estos componentes se produce aportando humedad, calor o, en ocasiones, luz indirecta.
La germinación forzada de las semillas es el tratamiento de la semilla que reproduce las condiciones de la naturaleza para germinarlas cuando lo necesitamos.
El proceso de germinación conlleva una serie de cambios químicos en los componentes de la semilla.
El geminado dota a las semillas de muchas propiedades beneficiosas para la salud y las hace más fáciles de digerir.
Entre estos cambios, están:
- “Pre-digestión de las proteínas”: Las proteínas, por la acción de las enzimas, se transforman en aminoácidos, mucho más fáciles de digerir. Algunos alimentos que pueden causar flatulencia o problemas intestinales, como las legumbres, son más fácilmente digeridos cuando se germinan.
“Incremento de las enzimas”: El proceso de germinación dispara el desarrollo enzimático dentro de la semilla. Las enzimas son necesarias para la digestión de las proteínas, grasas y carbohidratos. Cuando comemos germinados, especialmente en los primeros días de la germinación, las enzimas actúan como catalizadores para varias funciones corporales (neutralización de toxinas, limpieza y regeneración celular, incremento de la energía, etc…).
Por todo esto, el cuerpo gana en salud y esto se manifiesta interna y externamente. Quizás esta es la razón por la que nosotros comemos germinados, parece que todo el cuerpo rejuvenece! - “Conversión de los almidones”: El almidón es convertido en glucosa, que favorece la digestión. Este proceso conlleva la activación de enzimas digestivas haciendo mucho más fáciles de digerir aquellos alimentos que en su estado natural pueden resultar indigestos. El proceso de germinado permite comer cereales y legumbres a todas aquellas personas que tienes problemas de asimilación de estos alimentos cuando no están germinados.
- “Presencia de Clorofila”: El proceso de germinación produce pequeños tallos verdes muy ricos en clorofila. La clorofila tiene una estructura molecular muy similar a la de los glóbulos rojos. La ingesta de alimentos ricos en clorofila tiene una capacidad sorprendente de regenerar las células sanguíneas. Así mismo la clorofila contenida en los germinados juega un papel importante en el control de la anemia, la regeneración del hígado, aumenta las defensas de nuestro organismo y nos aporta energía y vigor. La clorofila nos ayuda a mantenernos sanos evitando la aparición de enfermedades.
- “Beneficios de comerlos crudos (RAW)”: Los brotes deberían ser comidos crudos ya que las proteínas y almidones se han vuelto digeribles y no necesitan ser cocinados. Esto nos permite comer una serie de semillas en crudo, lo que hubiese sido imposible antes de germinarlos. Si evitamos cocinar o calentar los germinados evitaremos destruir todas sus enzimas y vitaminas.
- “Los alimentos germinados son una garantía de no haber sido contaminados”: La contaminación obstaculiza el proceso de germinación. Si las semillas han germinado bien, esto será una garantía de que no han estado en contacto con demasiados tóxicos y contaminantes. Esto es especialmente así cuando nosotros mismos germinamos las semillas en casa, eligiendo las semillas de la más alta calidad que podamos y, por supuesto, que sean totalmente bio/orgánicas y/o biodinámicas.
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